Ayer perdimos las elecciones de la asamblea. Y muchos dirán
que la oposición mintió o va a hacer esto o lo otro, pero seamos conscientes,
la responsabilidad no es de ellos sino de nosotros, o más bien esta de nuestro
lado. Ellos actuaron tal como les dictó su naturaleza y unas circunstancias
donde han ido perdiendo espacios de poder.
Mucho podríamos decir de la política comunicacional del
estado frente a la mediática al servicio de la oposición, pero hoy los medios
de comunicación de la oposición ya no tiene el mismo número de tentáculos de
hace unos años y más bien se centran en el mundo de las redes sociales como
Facebook, Tweeter, instagram, youtube, y algunas páginas web, principalmente noticiosas;
donde además de promover con memes, fotografías, caricaturas, comentarios, frases,
etc han entrado en la publicidad paga sabiendo que su público ahora navega por
estas redes
Sin embargo, más allá de la mediática de la oposición
digámonos la verdad. Los medios del estado son una porquería, yo me atrevería a
hacer excepciones muy contadas en la señal digital abierta (TDA) pero que se
limita al programa Dossier en la señal abierta tradicional; emisoras radiales, periódicos
y canales de televisión que no son nada revolucionario, ni siquiera llegan a la
categoría de medios honestos, sino que una y otra vez le hacen el coro a esa manía,
que tienen los lideres medios y altos de las instituciones, de no reconocer los
errores, pensando que no transmitiéndolos la gente no se da cuenta o los
olvida, pues en estas elecciones se demostró que no se olvidan y además se les
responsabiliza.
Vimos como el tráfico del dólar electrónico y viajero; así
como el bachaqueo fueron avanzando en nuestra población, impulsados por una
impunidad y una miopía que no tiene parangón, hasta convertirse en problemas
que se fueron de menos a más, hasta que hoy han desestabilizado la economía
nacional, y más grave aún, han tentado a gran parte de la población por el
camino que no trae consecuencias
Ahora llego otra señal. Otra “bofetada para despertarse”
como le llamo Maduro. Pero que vamos a hacer, ¿continuar con el discurso sin
resultados? ¿Pensando que perdimos
porque los nuestros no votaron? O ¿quizás que la oposición hizo tal o cual
campaña? Pues nada de eso, perdimos por tener un partido que ni siquiera puede
alardear de ganar elecciones, pues Chávez siempre les hizo la tarea, y mucho
menos de ser un partido revolucionario que resuelve o ayuda a resolver los
problemas de alguna comunidad.
Perdimos por ser débiles ante nuestro adversario y no saber
llevar a cabo una revolución que poco a poco se nos está yendo de las manos
para pasar de un sueño a un recuerdo de lo que pudo haber sido o por el camino
que vamos no llegará.
